Fuente: Paco May Illustrations

Barrio de East Liberty, Pittsburgh, (Pensilvania). Billy se pregunta si existe algún tipo de esperanza para quien se cría en un barrio marginal, junto a un padrastro abusador y una madre enferma de una condición degenerativa no diagnosticada. Cualquiera diría que no, pero Billy Porter no es cualquiera. Con excepcional valentía, valoró su situación y decidió que o actuaba por sí mismo, o nadie lo haría por él. Hizo las maletas y se salvó la vida. Dormitaba en un motel cerca del parque de atracciones en el que trabajaba animando a los turistas con sus incuestionables dotes artísticas. Aquellas que descubrió en el púlpito de la Iglesia de Pittsburgh, en su tiempo como pastor infantil. Cuando Billy cantaba, el mundo callaba. Un don. Un talento natural que no dudó en aprovechar. Sin embargo, poco sabía el joven que su voz no era ni su único, ni su más valioso poder. Pues Billy Porter posee el más importante de todos; el poder de la visibilidad. Aunque aquel joven de diecisiete años que llegó a la Gran Manzana sin un centavo, aún no sabía que se convertiría en un faro de esperanza para toda la comunidad LGTBIQ.

Su vasta carrera artística sobre las tablas de Broadway le ha cosechado innumerables reconocimientos y hasta un premio Tony. Ha sido el primer afroamericano gay en ganar un Emmy por su papel protagonista en la serie Pose, y un Grammy por la banda sonora del musical Kinky Boots. Pero  su carrera por la red carpet, es más importante y valiosa, si cabe, que todos los premios que atesora. Billy Porter ha derribado cualquier estereotipo de género establecido en el caprichoso mundo de la moda. Y consigue levantar un estamento político en cada photocall que pisa, sin más ayuda que la de un flash.  Capas bordadas con motivos florales,esmóquines que en realidad son vestidos, upcycling looks realizados a partir de cortinas teatrales de Broadway y sombreros de ala ancha con abalorios que se abren y cierran a partir de un mecanismo; son sólo algunos de los histriónicos looks que Billy nos ha regalado. Próximamente encarnará al Hada Madrina en un nuevo remake de la Cenicienta. ¿Su álter ego? Podría ser. El hada madrina, el super héroe de aquellas personas que no diferencian géneros en la moda; que no se conforman, que no siguen las reglas establecidas. Porque sino, ¿para qué la moda?  ¿Para qué sino para romper con las barreras y mostrarnos tal y como somos? ¿Tal como nos sentimos? Para qué la moda sino para ser lo que queramos ser.

Gracias Billy.

Manuela Castilla

La entrada Billy Porter, el superhéroe de la red carpet se publicó primero en tENdencias.

A estas alturas no es ningún secreto que el diseñador alicantino Juan Vidal rinde homenaje a la figura de la mujer en cada una de sus colecciones. Sin ir más lejos en la anterior edición de Madrid Fashion Week, basó su última propuesta en la encarnación mitológica de la feminidad; la Diosa Venus.

Para esta nueva colección el diseñador encuentra la inspiración en la escritora británica Bárbara Cartland, acérrima defensora de la feminidad; (entendiendo el concepto desde su perspectiva más tradicional). Tanto es así que una de las máximas de la literata reza: “If you are a women you shouldn’t hide it, show it off”; postulado que Vidal se ha tomado al pie de la letra, creando una colección que apuesta por el empoderamiento, (tan necesario), de la mujer; pero desde la feminidad, la dulzura y (si nos apuramos), desde la inocencia.

Fotografía: Pablo Latorre / L’Estrop

Barbara’s prince of love, premiada como la mejor colección de la 71º edición de Madrid Fashion Week, es un periplo que recorre la vida de la mujer reflejando las distintas fases de la misma a través de una escala cromática que evoluciona según sus etapas vitales. Al inicio del desfile se observan delicados tonos vainilla que evolucionan a colores tostados y rosados para luego dar paso a colores fuertes como los granates y los rojos y, por supuesto, al negro, coincidiendo este con el paso a la edad adulta de la mujer.

El teddy bear cobra un importante protagonismo como objeto fetiche en el desfile y no sólo en la etapa que identificamos como la de la “inocencia”, sino que el osito se encuentra plasmado también en sensuales blusas, faldas y vestidos de satén de seda. Incluso observamos un look de camisón lencero, pero con colcha, almohada y teddy bear a conjunto incluido.

Fotografía: Pablo Latorre / L’Estrop

Para el ojo más analítico es inevitable apreciar cómo el desfile se cierra con una discreta antítesis; y es que al final del show la casta y pura novia se cruza con un total look black; y con licencia poética incluida, (si me lo permiten), pareciera como si la ilusionada novia se cruzara con el mismísimo luto en persona.

Fotografía: Pablo Latorre / L’Estrop

Barbara’s Prince of Love es una propuesta, como poco, arriesgada para nuestra actualidad; y es que el concepto de empoderamiento que el diseñador ha querido transmitir con esta colección contrasta con los códigos actuales. Ahora bien, todos estos diseños podrían resultar ser un arma de doble filo y ser reinterpretados y (sobre todo) vestidos de una manera totalmente diferente a la que Barbara se hubiera imaginado.

Manuela Castilla

La entrada Empoderamiento endulzado, ¿error o acierto? se publicó primero en tENdencias.