Modelo de contrato de arrendamiento de temporada
Contrato de alquiler de temporada y condiciones generales
Para reforzar la relación contractual y/o ofrecer una garantía, el arrendador puede exigir al futuro inquilino el pago de una fianza o de un anticipo. En ambos casos, se trata de una suma pagada por adelantado por el inquilino antes de entrar en el alojamiento. El importe de esta suma lo determinan libremente las partes. Constituye una especie de confirmación de la reserva del alojamiento.
Así, si se paga una fianza, el inquilino puede rescindir el contrato pero perderá la cantidad abonada antes de entrar en el alojamiento. En cambio, si el arrendador desiste, deberá abonar al inquilino una suma correspondiente al doble del importe de la fianza.
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Si vive en el inmueble menos de 8 meses, no se trata de una vivienda principal, sino de una vivienda secundaria. En este caso, los trámites administrativos son obligatorios para alquilar la vivienda.
Si se trata de una residencia secundaria (vive en ella menos de 8 meses al año), puede alquilarla todo el tiempo que desee, haciendo tantos contratos de alquiler como sean necesarios, pero la duración de un contrato no puede superar los 90 días.
Rocket Lawyer le guiará en el proceso de elaboración de su contrato de alquiler personalizado. Si no tiene toda la información para responder a las preguntas, puede saltárselas y guardar el documento para volver a él más tarde.
Inspección de salida: inspección del estado de la vivienda alquilada cuando el inquilino la abandona. El inventario de enseres suele realizarse cuando el inquilino devuelve las llaves de la vivienda.
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El contrato también puede contener otras cláusulas relativas a casos de fuerza mayor, la prohibición de la presencia de animales en los locales o el número de personas que pueden ocupar el inmueble durante el periodo de alquiler.
Si el inquilino o el propietario se retiran, no se devolverá la fianza. Por lo tanto, se perderá la fianza, salvo que se haya incluido una cláusula en el contrato. En este caso, se puede llegar a un acuerdo amistoso. En otras palabras, el inquilino y el propietario pueden desistir en determinados casos.
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El propietario tiene dos soluciones si quiere tener garantías sobre el impago del alquiler de una segunda vivienda: tomar un avalista físico o pedir al inquilino que tome un avalista de pago.
La indexación es una cláusula clásica, tomamos como referencia el IRL. No descuides esta cláusula porque si la inflación vuelve a subir puedes encontrarte con un contrato de alquiler en el que la renta disminuya con el tiempo una vez descontada la inflación.
También hemos añadido una cláusula penal que prevé una multa en caso de deuda de alquiler y una duplicación del alquiler en caso de ocupación sin título; a diferencia del contrato de arrendamiento de una segunda vivienda, estas cláusulas no son abusivas.
Por último, varias cláusulas le permiten gestionar casos especiales como la facturación de honorarios si el alquiler lo ha realizado una agencia, la sustitución del mobiliario en caso de avería o incluso el subarriendo.