El otro Made in China

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Cuando Rihanna pisó la alfombra roja durante la gala del MET 2015 con un vestido amarillo tostado, internet no dejó de echar humo. Se desató la creación de todo tipo de memes que, lejos de alabar, se mofaban del estilismo que la cantante había escogido para la ocasión. A partir de este día, muchos comenzaron a interesarse por el autor que había hecho posible el famoso vestido amarillo.

Lo que no muchos sabían es que Guo Pei tardó más de dos años en terminarlo. Basándonos en los detalles, el vestido estaba confeccionado con seda amarilla, bordado a mano con flores metalizas y recortado con un pelaje de color ocre inspirado en la realeza china y francesa. Una verdadera obra de arte, pese a quién le pese.

Gracias a la viralidad que brotó, este año ha sido el segundo consecutivo en el que Guo Pei ha desfilado como invitada en la Semana de la Alta Costura de París. Los críticos coinciden en que sus creaciones fusionan influencias de todo el mundo, sobrepasando los límites entre la moda y el arte.

Hablando de la diseñadora, Guo Pei es una afamada Couturier china nacida en 1967, en el seno de una dictadura comunista que restringía la moda mediante trajes únicamente utilitarios y vacíos de toda creatividad.

Cuando comenzó a los 26 años, sobrevivió gracias al apetito de la élite china por consumir moda tras la muerte de Mao. Pero, irónicamente, no fue hasta su primer viaje a Europa cuando comenzó a apreciar el diseño tradicional chino. Visitando museos de las principales capitales europeas, encontró unos artefactos antiguos que nunca había visto, a pesar de que habían formado parte de su cultura, una de las más ricas y antiguas de la historia de la humanidad.

Angelica Cheung, editora de Vogue China, admite que los diseños de Guo Pei están ayudando a la artesanía china a alcanzar nuevos niveles de reconocimiento, tanto en el país como en el extranjero. “No es la única diseñadora china que utiliza estos métodos tradicionales, pero es la más destacada”.

Y es que Guo Pei se aleja de seguir las tendencias para crear esculturas en movimiento, tal y cómo ocurrió durante la Semana de la Alta Costura de París 2017. Sus diseños recordaban a las majestuosas catedrales bañadas en una riqueza artística que hoy en día perviven, así como a las prendas monárquicas y eclesiásticas del siglo XVII. Su inspiración terminó por reflejarse gracias a un asombroso maquillaje que simulaban las esculturas religiosas.

En definitiva, una colección verdaderamente artística donde se respiraron detalles creativos dignos de estar en el elíseo de la moda. 

Sus creaciones se cosen enteramente a mano gracias al trabajo de más de 400 trabajadores formados por la propia Guo Pei. A pesar de ello, su taller tarda más de 1 año en terminar de realizar cada una de sus colecciones. En concreto, se tardaron 3 en preparar su famosa colección denominada “The Legend of Dragon”, presentada en el 2012, en la que se inspiraba en uno de los elementos clave de la cultura china: los dragones.

Es así, gracias a diseñadores jóvenes y sin miedo a innovar, como poco a poco se conseguirá desviar el estereotipo made in China hacia conceptos más ajustados con lo que realmente fue una cultura tradicional impregnada de riqueza estilística y creativa.

Muy atentos, porque China empieza a sonar en el mundo de la Alta Costura.