Pablo Sanz segundo entrenador del Sevillafc tres partidos de sanción
Tuvo trabajo y polémica el último partido entre el FC Barcelona y el Sevilla FC en el Camp Nou (1-1) y, sobre todo, no quedaron contentos del todo los sevillistas con la dirección del encuentro que realizó el José María Sánchez Martínez. Tanto él como el VAR pasaron por alto una clara mano de Araújo dentro del área azulgrana. Además, Piqué se libró de la expulsión al ver solo una amarilla.
En total, el colegiado murciano mostró hasta seis tarjetas amarillas a jugadores de ambos equipos. Además, amonestó al técnico del Barça, Xavi Hernández, y expulsó a Pablo Sanz, segundo entrenador del Sevilla FC. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se ha ‘cebado’ con el sevillista y ha impuesto tres partidos de sanción al segundo técnico nervionense.
El ayudante de Lopetegui protestó el agarrón de Piqué a Rafa Mir en el tramo final, que pudo ser roja para el central catalán y se quedó en amarilla. Además, al defensa culé ya le habían perdonado una primera amonestación. Pablo Sanz fue expulsado en el minuto 84 del encuentro del Sevilla en el Camp Nou ante el Barcelona, según el acta arbitral por protestar de forma ostensible una de sus decisiones tras haber sido previamente advertido. Competición le impone tres encuentros en aplicación del artículo 120. Es decir, el organismo federativo se decanta por el máximo castigo, toda vez que el mencionado artículo 120, ‘Protestas al árbitro’, versa que «protestar al árbitro principal, a los asistentes o al cuarto árbitro, siempre que no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».
No se sabe nada, en cambio, de los insultos que recogió el acta de Sánchez Martínez al término del encuentro, proferidos por un integrante del FC Barcelona sin identificar. Así lo explicaba en su acta el colegiado: «Finalizado el encuentro y encontrándonos en el túnel de vestuarios, una persona no identificada uniformado con el chándal del F.C. Barcelona se dirigió hacia mi asistente número 1 en los siguientes términos, a voz en grito: ‘Qué malos sois’. Solicitada la identificación al delegado de equipo local, no siendo posible.
