Modelo de carta de defunción de impuestos
Sin embargo, si este último es el heredero del arrendatario fallecido, las cosas son diferentes. Al aceptar la herencia, también se compromete a pagar las deudas, en proporción a su parte de la herencia.
Nota: si varias personas reclaman la cesión del contrato de arrendamiento, corresponde al juez de distrito decidir qué arrendatario se beneficiará de la cesión. Sin embargo, el cónyuge superviviente, si lo hay, tendrá prioridad.
Esta rescisión del contrato de arrendamiento debe realizarse en debida forma, como si procediera del arrendatario. Hemos redactado una ficha específica sobre el tema: “Rescisión del contrato de arrendamiento por parte del inquilino: procedimientos, notificación, obligaciones”.
Modelo de carta de finalización del contrato de arrendamiento por fallecimiento
Al igual que en el caso de la rescisión del contrato por parte de un propietario vivo, los herederos pueden notificar al inquilino la rescisión del contrato. El cese sólo es posible si se encuentran en una de las 3 situaciones previstas por la ley:
Atención: Estos motivos sólo son válidos al final del contrato de alquiler. Cuando los herederos se hacen cargo de un arrendamiento en vigor, deben respetar la fecha de finalización del contrato antes de rescindirlo por uno de los motivos mencionados anteriormente.
Si se identifica a los herederos y éstos aceptan la sucesión, la renta revierte a los herederos que se reparten el beneficio a partes iguales, o según la división que se haya hecho.
Además, en lo que respecta a los actos importantes de la vida arrendaticia, el arrendatario tendrá que dirigirse o bien a los herederos, si los hay y están identificados, o bien a los tribunales para que se nombre un administrador judicial de la herencia.
Soy ocupante libre desde diciembre de 1983 y cuidaba a cambio a mi abuela que acaba de fallecer. Trabajo desde casa y hay muchos celos con mi madre y mis hermanas. Recibí una carta el 6 de julio dándome 6 meses de preaviso para irme, que termina el 4 de febrero de 2020.
Rescisión del contrato de arrendamiento tras el fallecimiento del inquilino
También es necesario respetar el grado de ocupación de la vivienda (“normas de asentamiento” resultantes del artículo L. 831-3, I, 2° del código de la seguridad social). Para más detalles sobre los índices de población, consulte el sitio web del INSEE.
Gastos El propietario recibe de cada coarrendatario una parte del alquiler (incluidos los gastos). El arrendador puede recuperar los gastos de alquiler auxiliares de la renta principal de un arrendamiento vacío (artículo 23 de la ley de 6 de julio de 1989) o de un arrendamiento amueblado (artículo 25-10 de la ley de 1989) de dos maneras:
Tanto si los coarrendatarios han firmado un único contrato de alquiler como varios contratos independientes, cada coarrendatario puede beneficiarse de una ayuda a la vivienda que le es propia y en proporción a la parte del alquiler que paga. Para más detalles sobre este tema, consulte el sitio web de la CAF.
Las disposiciones del artículo 8 de la ley de 6 de julio de 1989 regulan el subarriendo. Ya sea escrito o verbal, el contrato de subarriendo es un auténtico contrato de alquiler que se ajusta a lo dispuesto en el artículo 3 de la ley de 1989.
Correo tras un fallecimiento
El principio es que las partes que firmaron el contrato de arrendamiento pueden rescindirlo libremente y de mutuo acuerdo. Siempre que las partes estén de acuerdo tanto en el principio como en los términos, pueden fijar libremente el plazo de desalojo del local, la fecha del inventario de enseres y la entrega de llaves, presentar a un nuevo inquilino para que firme un nuevo contrato de arrendamiento que sustituya al que ha sido rescindido, etc.
En este caso, una de las partes toma la iniciativa de rescindir el contrato unilateralmente. Es importante tener en cuenta que, independientemente de la duración del contrato, el arrendador sólo puede rescindir el contrato por razones serias, legítimas y graves, como la necesidad personal, el incumplimiento de las obligaciones por parte del inquilino o la necesidad de realizar obras importantes que hagan imposible la permanencia del inquilino en el local alquilado.
En caso de dificultades graves entre el arrendador y el inquilino, las partes tienen derecho a emprender acciones legales para que se rescinda el contrato de arrendamiento y, si es necesario, a tomar medidas vinculantes como el desalojo del inquilino.